06 octubre, 2007

Los adolescentes y sus contextos de convivencia.


Algunos adolescentes y adultos creen que las personas entre las edades de 10 y 18 (ó 21 ó 25) son objeto de discriminación injusta. Esta forma de discriminación se conoce cada vez más como adultísimo. La noción subyacente es que los adolescentes deben ser tratados con igual respeto como individuos por los adultos, las instituciones, y la ley, en base a su humanidad, más que ser considerados como "ciudadanos de segunda-clase", intelectualmente inferiores, o propiedad de los adultos. Esta discriminación toma muchas formas, incluyendo la carencia de derechos de ciudadanía, como por ejemplo el voto y derecho de tener actividades políticas, así como el desarraigo cultural y económico. Al mismo tiempo, se requiere a la mayoría de los adolescentes pagar los precios de adulto en la admisión a las instalaciones de ocio (teatros, cines, parques de atracciones), y el transporte. Hay también discriminación contra adolescentes en las áreas del encarcelamiento, la educación y el reclutamiento militar, particularmente para la juventud de otra raza y de bajos ingresos. Estos jóvenes hacen frente a las barreras sistémicas y culturales que preceden a menudo a su derecho a la debida aplicación de la ley e iguales oportunidades educativas.
La investigación ha probado que la estratificación social entre las categorías de edad es causa de estereotipos y generalizaciones; por ejemplo, el mito perpetuado por los medios de comunicación de que todos los adolescentes son poco maduros, violentos y rebeldes. Esto ha llevado a un número creciente de docentes, investigadores, y otros adultos a juntarse contra el adultísimo. Algunos han organizado programas de educación y declaraciones de protesta.

No hay comentarios: