06 octubre, 2007

Hacia la identificación de compromisos éticos.


Las competencias cívicas y éticas son el conjunto de comportamientos, valores y saberes que favorecen que los sujetos:

· definan e manera autónoma su proyecto personal,
· sustenten sus acciones en valores universales libre y conscientemente asumidos,
· desarrollen su potencial,
· establezcan relaciones sociales basadas en el reconocimiento de la dignidad propia y ajena,
· se asuman comp. Parte activa de su comunidad, de su país y del mundo,
· se comprometan con la defensa de la vida democrática, de la legalidad y la justicia.

Las competencias identificadas para la formación cívica y ética de los alumnos de primaria son las siguientes:

1. Conocimiento y cuidado de sí mismo

Me conozco, me quiero, valoro mi dignidad, tengo claros mis valores, mis ideas y sentimientos. Me cuido, evito riesgos, respeto mi cuerpo...

2. Autorregulación y ejercicio responsable de la libertad

Conozco mis límites, soy responsable, respeto a los demás, respeto las reglas, me comprometo conmigo misma (mismo), organizo mi tiempo y cumplo mis planes...

3. Respeto y valoración de la diversidad

Reconozco a los otros, respeto las diferencias, convivo de manera armónica con mis iguales y con los diferentes, rechazo la discriminación...

4. Sentido de pertenencia a la comunidad, a la nación y a la humanidad

Soy mexicana, conozco mi entorno social, me comprometo con mi comunidad, soy solidaria, me indigna la injusticia social, me preocupan los problemas sociales, colaboro para que todos vivamos de manera digna...

5. Manejo y resolución de conflictos

Se que los conflictos se deben resolver de manera no violenta, la negociación o el diálogo en la solución de mis problemas, cuestiono los programas de TV que promueven la violencia...

6. Participación social y política

Me involucro en la solución de los asuntos que me afectan, me organizo, trabajo en equipo, expreso mi opinión sobre asuntos de interés común, colaboro con las organizaciones y grupos sociales de mi comunidad...

7. Apego a la legalidad y sentido de justicia

Conozco y respeto las normas y las leyes de mi entorno social, participo en la elaboración de las normas escolares, vigilo el cumplimiento de las normas y las leyes, me indigno ante los actos injustos, cuestiono las violaciones a las leyes y a los derechos humanos, valoro la existencia de autoridades...

8. Comprensión y aprecio por la democracia

Conozco el gobierno de mi país, defiendo la democracia, cuestiono los gobiernos autoritarios, ejerzo mi ciudadanía, participo en elecciones escolares, practico los valores democráticos en mi familia y en la escuela, dialogo, soy tolerante...

Se han definido tres ejes formativos para el programa de primaria, los cuales son:

· La formación ética
· La formación para la vida
· La formación ciudadana

A su vez, se han identificado los siguientes cuatro temas o enfoques afines para ser abordados de manera transversal en el tratamiento de las diversas asignaturas del currículo, con el propósito de fortalecer la formación cívica y ética de los alumnos de primaria:

· Perspectiva de género
· Educación ambiental
· Educación intercultural
· Educación para la Paz y los Derechos Humanos

Los rasgos de competencias éticas y cívicas

Las competencias cívicas y éticas son tanto fines como indicadores de la formación democrática. Cada participante las construirá de manera distinta en función de sus conocimientos previos, de sus estructuras de pensamiento, de sus experiencias e intereses, así como de las oportunidades que brinde la escuela.

Para orientar los procesos educativos a realizar en los distintos ámbitos del programa, se han definido de manera preliminar los rasgos e indicadores que concretan las competencias cívicas y éticas. Éstos constituyen un listado ilustrativo, no son objetivos específicos que deben cumplirse ni son los únicos indicadores posibles de desarrollar. En cada contexto será necesario ajustar el listado de rasgos en función de las necesidades, características y posibilidades del alumnado.

Conocimiento y comprensión de los derechos y deberes.


En este aspecto se presentan los contenidos referentes a las normas que regulan la vida social, los derechos y obligaciones de los mexicanos. El propósito es que el alumno conozca y comprenda los derechos que tiene como mexicano y como ser humano. Asimismo, debe comprender que al ejercer sus derechos adquiere compromisos y obligaciones con los demás, reconociendo la dualidad derecho-deber como la base de las relaciones sociales y de la permanencia de la sociedad.
Los contenidos que se estudian durante la escuela primaria se refieren a los derechos individuales y a los derechos sociales.
Los derechos individuales son aquellos que protegen la vida, la libertad, la igualdad ante la ley y la integridad física de cada hombre o mujer; abarcan las libertades esenciales de expresión, de pensamiento, de creencias, de manifestación, de reunión, de trabajo, etcétera, es decir, los derechos humanos universales que nuestra Constitución consagra como garantías individuales, las cuales son inviolables e imprescriptibles bajo cualquier circunstancia. En este rubro los contenidos remiten a los Derechos Humanos y a los Derechos del Niño.
Los derechos sociales son los que se refieren a la educación, a la salud, a un salario suficiente, a la vivienda, etcétera, y se establecen en diversos artículos constitucionales.
Al estudiar los derechos individuales y sociales se busca también que el alumno identifique situaciones que representan violaciones a esos derechos u obstáculos para su ejercicio, así como que conozca los recursos legales para protegerlos.
Conocimiento de las instituciones y de los rasgos principales que caracterizan la organización política de México, desde el municipio hasta la Federación.
Este aspecto, que complementa el anterior, trata de las características y funciones de las instituciones encargadas de promover y garantizar el cumplimiento de los derechos de los mexicanos y de las normas jurídicas.
En este aspecto se estudian las instituciones del Estado y de la sociedad. Se busca que el alumno se introduzca en el conocimiento de los rasgos más importantes de la or-ganización del país: el federalismo, la división de poderes, la organización municipal, la elección democrática de los gobernantes. Asimismo, se introduce el estudio de los tipos de organizaciones sociales más importantes en las que participan los mexicanos.
Para desarrollar el tratamiento de estos contenidos se parte de las instituciones próximas al alumno (la familia, la escuela, los grupos de amigos) hasta llegar al estudio de las instituciones nacionales y los organismos internacionales.
No se trata de realizar un estudio descriptivo de las instituciones, sino de conocer sus funciones y sus relaciones presentes o posibles con la vida de los alumnos, sus familiares o la comunidad a la que pertenecen.

Fortalecimiento de la identidad nacional Este aspecto pretende que el alumno se reconozca como parte de una comunidad nacional caracterizada por la pluralidad de pensamientos, la diversidad regional, cultural y social, pero que al mismo tiempo comparte rasgos y valores comunes que la definen.
Los contenidos de este aspecto se refieren a las costumbres y tradiciones, a los ideales que han estado presentes a lo largo de nuestra historia y a los prin-cipios de la relación de México con otros países (independencia política, soberanía y solidaridad internacional basada en la independencia y la justicia, etcétera). Al estudiarlos se pretende también que los alumnos comprendan que los rasgos y valores que caracterizan a México son producto de la historia del país y de la participación que en ella tuvieron sus antepasados.
Al desarrollo de los contenidos a los que se refiere este aspecto contribuyen el estudio de la historia y la geografía de México y del mundo.
La reflexión sobre la noción de identidad nacional inicia con temas relativos a las costumbres, las tradiciones y la lengua, para arribar después a la formación de nociones más abstractas como la de Estado-Nación. Los contenidos de Educación Cívica para el primer y segundo grado buscan fortalecer el proceso de socialización del niño, al estimular actitudes de participación, colaboración, tolerancia y respeto en todas las actividades que realice. En ambos grados se introducen las nociones de diversidad, derechos y deberes asociadas a espacios en los que participan los alumnos y a sus intereses; en particular, se introduce el estudio de los derechos de la niñez. Estos contenidos se desarrollan en forma integrada con los de Historia, Ciencias Naturales y Geografía.
Buena parte de los contenidos se estudian en los dos grados. Ello no significa que deban repetirse, sino que los propósitos formativos serán reforzados a través de actividades con matices y profundidad diferente en cada grado.
A partir del tercer grado los contenidos se tratan con cierta autonomía respecto a las otras asignaturas, pero recuperando sus aportaciones para propiciar la formación integral del educando.
En el mismo grado se comienza un estudio más sistemático de la República Mexicana, su diversidad y la legalidad que la rige, partiendo de la localidad, el municipio y la entidad. Se destaca el conocimiento de los derechos de la niñez y de los ciudadanos.
En cuarto, quinto y sexto grado los contenidos se concentran en el estudio de la estructura política de México, los mecanismos de participación de los ciudadanos, las garantías individuales y los derechos sociales, la procuración y administración de la justicia y los organismos que promueven el cumplimiento de los derechos. Este conjunto de temas se asocian tanto al análisis de la situación actual del país, como al estudio de aspectos de la historia de México y de la historia universal. Finalmente se introduce el estudio de los principios que norman las relaciones de México con otros países.

La dimensión cívica y ética en la convivencia.


Aspectos de la educación cívica Los contenidos de Educación Cívica abarcan cuatro aspectos íntimamente relacionados que, en su mayor parte, se abordan simultáneamente a lo largo de la educación primaria y secundaria.
Formación de valores En este aspecto se agrupan los valores y actitudes que deben formarse en los alumnos a lo largo de la educación primaria. Se busca que los alumnos comprendan y asuman como principios de sus acciones y de sus relaciones con los demás, los valores que la humanidad ha creado y consagrado como producto de su historia: respeto y aprecio por la dignidad humana, libertad, justicia, igualdad, solidaridad, tolerancia, honestidad y apego a la verdad.
La formación de estos valores sólo puede percibirse a través de las actitudes que los alumnos manifiestan en sus acciones y en las opiniones que formulan espontáneamente respecto a los hechos o situaciones de los que se enteran. Por esta razón, este aspecto de la educación cívica requiere de un tratamiento vivencial. El estudio del significado de los valores y de sus fundamentos es uno de los elementos que contribuyen a la formación cívica. Sin embargo, ese estudio sólo tiene sentido si en cada una de las acciones y procesos que transcurren en el aula y en la escuela se muestran con el ejemplo y se experimentan nuevas formas de convivencia, cuyas bases sean el respeto a la dignidad humana, el diálogo, la tolerancia y el cumplimiento de los acuerdos entre individuos libres.
Los contenidos de este aspecto están presentes en todos los grados, asociados a situaciones posibles en la vida escolar: trabajo en equipo, asambleas del grupo escolar, solución de conflictos, etcétera. La relación entre compañeros, la relación entre el maestro, el alumno y el grupo, el modo de resolver los conflictos cotidianos, la importancia que se le da a la par--ticipación de los alumnos en la clase, el juego, en suma, toda la actividad escolar y la que se realiza fuera de la escuela son espacios para la formación de valores.

Los adolescentes y sus contextos de convivencia.


Algunos adolescentes y adultos creen que las personas entre las edades de 10 y 18 (ó 21 ó 25) son objeto de discriminación injusta. Esta forma de discriminación se conoce cada vez más como adultísimo. La noción subyacente es que los adolescentes deben ser tratados con igual respeto como individuos por los adultos, las instituciones, y la ley, en base a su humanidad, más que ser considerados como "ciudadanos de segunda-clase", intelectualmente inferiores, o propiedad de los adultos. Esta discriminación toma muchas formas, incluyendo la carencia de derechos de ciudadanía, como por ejemplo el voto y derecho de tener actividades políticas, así como el desarraigo cultural y económico. Al mismo tiempo, se requiere a la mayoría de los adolescentes pagar los precios de adulto en la admisión a las instalaciones de ocio (teatros, cines, parques de atracciones), y el transporte. Hay también discriminación contra adolescentes en las áreas del encarcelamiento, la educación y el reclutamiento militar, particularmente para la juventud de otra raza y de bajos ingresos. Estos jóvenes hacen frente a las barreras sistémicas y culturales que preceden a menudo a su derecho a la debida aplicación de la ley e iguales oportunidades educativas.
La investigación ha probado que la estratificación social entre las categorías de edad es causa de estereotipos y generalizaciones; por ejemplo, el mito perpetuado por los medios de comunicación de que todos los adolescentes son poco maduros, violentos y rebeldes. Esto ha llevado a un número creciente de docentes, investigadores, y otros adultos a juntarse contra el adultísimo. Algunos han organizado programas de educación y declaraciones de protesta.

La formación cívica y ética en el desarrollo social y personal.


La educación cívica es el proceso a través del cual se promueve el conocimiento y la comprensión del conjunto de normas que regulan la vida social y la formación de valores y actitudes que permiten al individuo integrarse a la sociedad y participar en su mejoramiento.
México vive un proceso de transformación en el que se fortalecen la vigencia de los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la pluralidad política; asimismo, se diversifican las organizaciones y los mecanismos de participación de los ciudadanos.
La continuidad y el fortalecimiento de ese proceso requiere, como tarea de la educación básica, desarrollar en el alumno las actitudes y los valores que lo doten de bases firmes para ser un ciudadano conocedor de sus derechos y los de los demás, responsable en el cumplimiento de sus obligaciones, libre, cooperativo y tolerante; es decir, un ciudadano capacitado para participar en la democracia.
Frente a los retos que plantean los cambios del mundo contemporáneo, es necesario fortalecer la identificación de niños y jóvenes con los valores, principios y tradiciones que caracterizan a nuestro país. Al mismo tiempo, se trata de formar ciudadanos mexicanos respetuosos de la diversidad cultural de la humanidad, capaces de analizar y comprender las diversas manifestaciones del pensamiento y la acción humanas.
Lograr estos objetivos es tarea de toda la educación básica, de la familia y de la sociedad, y no de una asignatura específica. Sin embargo, es necesario que el carácter global de la formación cívica tenga un referente organizado y orientaciones claras, para evitar el riesgo de que la formación se diluya y se realice en forma ocasional. En el programa de esta asignatura se organizan los contenidos educativos (conocimientos, valores, habilidades y actitudes) para que el maestro y los padres de familia los tengan presentes y les dediquen atención especial en todos los ámbitos (aula, escuela y familia).
La orientación y los propósitos de la asignatura de Educación Cívica se desprenden directamente de los principios que se establecen en el artículo Tercero Constitucional:
La educación que imparta el Estado será laica y, por tanto, "se mantendrá ajena por completo a cualquier doctrina religiosa"; será democrática, "considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo".
La educación deberá fortalecer en el educando la conciencia nacional y el amor a la patria, "atendiendo a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura"; al mismo tiempo fomentará la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y la justicia.
La educación deberá contribuir a la mejor convivencia humana, fortaleciendo en el educando el aprecio por la dignidad de la persona y la integridad de la familia, así como la convicción del interés general de la sociedad y de los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, sin privilegios de razas, religión, grupos, sexos o individuos.

30 junio, 2007

Valores educativos


Hoy en día los vales en los jóvenes se están perdiendo, motivo por el cual es importante acentuar estos valores en las aulas de clase y como maestros darles cada día mayor acentuación a nuestros niños pensando que de ellos depende nuestro futuro.
En términos de educción no formal es importante tomar como relevante este mensaje.


Formación cívica y ética, su propósito consiste en lograr que los niños de hoy se conduzcan con valores, actúen responsablemente y construyan la mejor de las sociedades, sabemos que esto es un gran reto, pero como conductores del conocimiento es parte de nuestra obligación formar a la sociedad del futuro.


Hoy también es necesario que los y las niños crezcan con el camino de la ética y del civismo para que alcancen dichos fines, sin embargo, el desafió es mucho mayor ya que las sociedades cambian, los medios de comunicación nos inundan de información, vivimos en sociedades multiculturistas y pluriculturistas.

En la actualidad, formarse cívica y ética consiste en conocerse y aceptarse a uno mismo, ser capaz de dialogar asertivamente, convivir respetando y valorando las diferencias de los demás, resolver conflictos sin violencia y vivir con apego a la ley y a la justicia una persona que reúne estas cualidades es un demócrata.

Construir el propio aprendizaje es fundamental, para que haya educación.

Es necesario que esta asignatura se ponga en practica, por tanto es fundamental que participes en tu propia formación cívica y ética y en la de otros ya que es importante que sepas que en esto cuentan tu y tus compañeros y compañeras que tienen una valiosa experiencia que compartir y que pretende ayudarte a construir tu madurez ética como miembro de esta sociedad a la cual formas parte.

Diplomado U.P.N. Querétaro.